LA IMPORTANCIA DE LA ÉTICA PÚBLICA EN LA POLÍTICA
En los tiempos que vivimos, muchas corporaciones exigen a sus nuevos empleados la firma de un documento en el que los colaboradores confirman que han entendido y comprendido el denominado “Código de Ética” que la empresa les proporciona cuando se unen a estas organizaciones. Este es un documento que en el caso de México, la mayoría de organizaciones con origen extranjero desarrollan para dar las reglas del comportamiento que deben de seguir sus empleados dentro de los espacios laborales.
Un ramillete de obligaciones y derechos, contenidos en este documento, que van desde el respeto, la tolerancia, la honradez y otras formas de conducirse son los comportamientos que norman la convivencia de los trabajadores en el mencionado espacio laboral, y que al final, tiene mucho que ver con las reglas naturales y costumbres del cómo los seres humanos debiéramos de observarnos siempre.
Para ir dando entrada al tema de este artículo, el cual tiene que ver con la ética como parte del comportamiento en la función pública, ¿no debiéramos tener por obviedad que los ciudadanos que se dedican a la política, se deberían de comportar siempre de acuerdo a las mencionadas normas de convivencia y para resumir, observar un comportamiento siempre de acuerdo a la ética?, entonces, los políticos a partir de su codificación, ¿conocen a qué se refiere la ética?
Resultaría muy interesante hacer una encuesta entre la clase política y evaluar si conocen la definición u origen etimológico de la palabra ética, siendo estos respectivamente, el: “f. Conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. Ética profesional, cívica, deportiva., y f. Parte de la filosofía que trata del bien y del fundamento de sus valores.”. Etimológicamente, proviene del vocablo griego ETHOS, que significa acción, costumbres, hábitos, modo de ser carácter.” La ética es toda una rama de la filosofía y fue estudiada por los filósofos griegos Sócrates y Aristóteles.Resultaría muy interesante hacer una encuesta entre la clase política y evaluar si conocen la definición u origen etimológico de la palabra ética, siendo estos respectivamente, el: “f. Conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. Ética profesional, cívica, deportiva., y f. Parte de la filosofía que trata del bien y del fundamento de sus valores.”. Etimológicamente, proviene del vocablo griego ETHOS, que significa acción, costumbres, hábitos, modo de ser carácter.” La ética es toda una rama de la filosofía y fue estudiada por los filósofos griegos Sócrates y Aristóteles.Resultaría muy interesante hacer una encuesta entre la clase política y evaluar si conocen la definición u origen etimológico de la palabra ética, siendo estos respectivamente, el: “f. Conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. Ética profesional, cívica, deportiva., y f. Parte de la filosofía que trata del bien y del fundamento de sus valores.”. Etimológicamente, proviene del vocablo griego ETHOS, que significa acción, costumbres, hábitos, modo de ser carácter.” La ética es toda una rama de la filosofía y fue estudiada por los filósofos griegos Sócrates y Aristóteles.
Los resultados de la encuesta, estoy seguro resultarían muy interesantes. Quizá nos darían una pista del porqué las cosas están en el país como están. En lo personal, yo escuché hace un tiempo, y adopté como parte de mi asociación mental de términos, que la ética se refiere a “hacer lo correcto aun cuando nadie nos esté observando”.
En opinión de un servidor, el término ética y su codificación, no había sido, sino hasta hace muy poco tiempo, consensuado, definido con claridad y dado a conocer como una regla o un código que exige comportarse de una manera altamente moral a la clase política nacional, siendo siempre un término utilizado a conveniencia y como parte de la perorata por todos los funcionarios en algún puesto de representación popular o con alguna plaza dentro de algún ente gubernamental.
Como miembro del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, A.C. (“IMEF”), tuve la oportunidad de conocer desde el año 2010 los trabajos y publicaciones del Comité Nacional de Ética de dicha asociación civil, la cual busca implementar las mejores prácticas internacionales en este tema. Hoy el esfuerzo se ha convertido en un panfleto denominado “Código de Ética y Conducta Empresarial”, misma que dicta directrices para aquellos ejecutivos financieros con la responsabilidad de administrar recursos monetarios de las corporaciones. Este documento describe de una manera muy adecuada las normas de comportamiento para un funcionario que administra los recursos financieros de alguna organización.Como miembro del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, A.C. (“IMEF”), tuve la oportunidad de conocer desde el año 2010 los trabajos y publicaciones del Comité Nacional de Ética de dicha asociación civil, la cual busca implementar las mejores prácticas internacionales en este tema. Hoy el esfuerzo se ha convertido en un panfleto denominado “Código de Ética y Conducta Empresarial”, misma que dicta directrices para aquellos ejecutivos financieros con la responsabilidad de administrar recursos monetarios de las corporaciones. Este documento describe de una manera muy adecuada las normas de comportamiento para un funcionario que administra los recursos financieros de alguna organización.
¿Por qué menciono el documento del IMEF y lo asocio a la actividad política?; la respuesta es que los políticos, además de las labores que les son instruidas en las leyes, tienen la responsabilidad de manejar recursos financieros, siendo en mi opinión, muchas veces, la meta que los alienta a buscar ser electos a una posición política.
Pero entonces, y en relación a estos funcionarios públicos, volvemos a plantearnos la pregunta que surgió ¿hay un documento que codifique de ética dentro de la función pública en México?, la respuesta es sí y a mi parecer, es alentadora. El pasado 8 de febrero de 2022 se publicó un segundo documento en lo que va de la presente administración: el denominado Código de Ética de la Administración Pública Federal, mismo que en mi opinión, representa un gran avance y que curiosamente no se obstenta como uno de los grandes logros de la presente administración.
Considero que este código es muchísimo más importante que por ejemplo, la denominada “Cartilla Moral” que se emitió a principios del sexenio y que al final incluye de manera muy general y desorganizada a toda la sociedad.
El código de 2022, presenta una terminología muy adecuada, que integra definiciones muy atinadas de como ejemplo, valores, principios e integridad, siendo dedicados a estos términos capítulos completos. El compendio adopta las mejores prácticas internacionales y es un gran inicio para la educación en dicha materia de la clase política; los primeros intentos por permear de una vez por todas el cómo se deben de comportar los funcionarios públicos. El código es totalmente perfectible y adolece por ejemplo de una sección de sanciones que de ser definidos en un futuro, complementarían de gran manera, la información sobre responsabilidades a los funcionarios públicos.
Es de suma importancia continuar con la difusión del Código de Ética, incluso tal como pasa en las corporaciones, deberían de darlo a conocer de manera obligatoria, mediante sesiones de capacitación que se reforzarían con la aprobación de exámenes como una condición sine qua non para ser candidatos a un puesto de elección popular. Incluso instituciones autónomas como el Instituto Nacional Electoral podrían difundirlo y ejecutar la capacitación a los candidatos.
Esta capacitación en el comportamiento ético, de igual forma, podría ser acompañado de otras medidas, por ejemplo una carta de no antecedentes penales a ciertas posiciones clave. Finalmente, el conocimiento y capacitación del Código de Ética y cualquier documento relacionado a un comportamiento moral, honrado y adecuado entre la clase política, se debe de difundir a todos los niveles de gobierno. Todos los funcionarios y ciudadanos con puestos de representación y de designación en gobiernos estatales, municipales, de los poderes judicial, legislativo y ejecutivo así como en el sector paraestatal y de los organismos autónomos, debieran conocer y tener siempre en mente el comportarse de manera ética.
