LA LEGITIMIDAD DEMOCRÁTICA EN MÉXICO
LA LEGITIMIDAD DEMOCRÁTICA EN MÉXICO En primer lugar, se necesita definir la palabra legitimidad, lo cual no es algo sencillo, porque es un concepto un tanto subjetivo y que se suele confundir con el significado de la palabra legalidad y legitimación. A grandes rasgos legitimidad se refiere adecuar las leyes, hacer uso de la justicia y que sean válidas según la forma en que se utilizan, conforme al debido proceso. Tiene relación con el poder para estimular la obediencia en la sociedad; también se refiere a la credibilidad que tiene una autoridad para ejercer su poder. La democracia por otro lado se puede entender como un sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o por medio de representantes. Una democracia consolidada es aquella en que los actores que tienen interés en gobernar recurren a las reglas del poder democrático para acceder al gobierno donde su sistema de construcción democrático es a la par o posterior con el sistema de construcción del estado de derecho. La democracia basa su legitimidad en la respuesta que da a las demandas de la gente en el marco de la legalidad. En México el sistema político predilecto es la democracia, donde los ciudadanos con base en su voto eligen a sus gobernantes políticos; les dan el poder de tomar decisiones y ejercer acciones que beneficien a la población. Con toda seguridad la democracia es el mejor de los regímenes posibles a los que realmente tiene acceso la ciudadanía. Además, debe existir tolerancia por parte del gobierno ante la oposición, procesos transparentes y de competencia sana para acceder al poder y la no existencia de abuso de poder por parte del poder ejecutivo. Han pasado largos periodos históricos para lograr la democratización del país, pero podría decirse que uno de los grandes pasos que condujo a este sistema político fue la creación de la Constitución de 1917, vigente hasta la fecha. Esta democracia aún se sigue consolidando derivado del autoritarismo que se vivía donde no había apertura política y no existía un buen estado de derecho. Básicamente se trataba de regímenes políticos ilegítimos porque no se apegaban a las normas democráticas, sólo cumplían con la parte legal, lo cual causó demasiadas inconformidades en los ciudadanos mexicanos por no cumplir su derecho que ejercía en el voto, un ejercicio democrático. Algunas personas la han nombrado la democracia fallida, sin embargo, es una de las democracias mejor consolidadas en toda América Latina, aunque sea un tanto deficiente. Lastimosamente el sentimiento nacional hoy en día, no es tan satisfactorio, desde hace ya varios años las expectativas que se tenían para un cambio de régimen han quedado decepcionadas, muchos mexicanos están indignados, buscan algo más efectivo, una gestión realmente democrática. Afortunadamente la mayoría de la gente si sale a votar según las estadísticas, aunque a veces se piense lo contrario pero los políticos no han conseguido responder a las diversas demandas que tiene la ciudadanía. Como se mencionó anteriormente, esto ha dado como resultado un bajo respaldo al sistema político y la pérdida de credibilidad de los políticos ante la sociedad. Otro punto importante para mencionar es que cada vez más se ha tratado de erradicar la corrupción, además de las elecciones fraudulentas por medio de la herencia, con violencia política, la impunidad, el mal uso de recursos públicos, etc. Todo para acceder al poder. No es una labor fácil, lleva muchísimo tiempo; algunas de las acciones que se han implementado es la creación de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública o el Sistema Nacional Anticorrupción; básicamente se trata de procuración de justicia, seguridad y la mejora de condiciones de vida de la población, misma que debe velar por su correcto cumplimiento y funcionamiento de las leyes en cuestión. La corrupción, definida como la apropiación privada de bienes públicos, distorsiona la capacidad de los gobiernos electos para gobernar el interés público. Algo que afecta mucho para lograr una legitimidad democrática es el narcotráfico, ya que a pesar de las estrategias que ha adoptado el estado mexicano para contrarrestar la lucha entre carteles, existe un problema en la impartición de justicia por parte de las instituciones, que concluye muchas veces con la práctica de la corrupción o impunidad. Estos grupos criminales también buscan representación, es un tema sumamente complicado de erradicar. Por otro lado, existe el estado de derecho, mismo que es definido como un conjunto de disposiciones jurídicas abiertas, claras y estables que son obedecidas. Situándonos en México, el estado de derecho es uno de los pilares más vulnerables de la democracia ya que para empezar muchas de sus instituciones presentan serias deficiencias en su funcionamiento, en especial las locales. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública del 2014, el 90% de los delitos cometidos en México no se denuncian por causas que tienen que ver con la autoridad, por trámites largos, tardados, por un mal trato y sobretodo por la desconfianza. En este contexto es claro que la impartición de justicia es bastante deficiente y la falta de una adecuada defensa vuelve inútiles a las demás garantías de un proceso justo. Así pues, si el estado de derecho fuera efectivo, la legitimidad del régimen democrático también lo sería. La legitimidad democrática del régimen político en México se beneficiaría con la existencia de un estado de derecho efectivo y es posible cuando menos, si las defensorías públicas son profesionales, capaces de brindar un acceso a la justicia mediante una adecuada defensa. Se puede concluir que el régimen político mexicano es patrimonio de todos los mexicanos, que ha costado años de luchas para su construcción y que en la actualidad existe la legitimidad democrática porque existe el acceso al poder político, la comunicación y cooperación entre autoridades y poderes públicos y procesos transparentes. Es claro que no nos encontramos en una dictadura, pero falta mucho más por hacer para tener una verdadera democracia, legítima y es tarea de todos los ciudadanos,




